El término liderazgo se usa cuando los educadores hablan de los mejores programas de MBA, pero el concepto necesita una observación más cercana. En los últimos años, el tipo de líder que necesitan las organizaciones ha cambiado drásticamente, lo que demuestra que es un mundo que sigue evolucionando.
Bill Boulding, decano de la Escuela de Negocios Fuqua de la Universidad de Duke, dice: “Los líderes del pasado estaban acostumbrados a una estructura jerárquica, se consideraban a sí mismos como la persona más inteligente de la sala. La realidad es que hoy se necesitan grandes equipos, y los grandes equipos requieren grandes personas”.
¿Quién es un líder?
En otras palabras, los líderes necesitan sacar lo mejor de las personas y maximizar la fuerza en las diferencias de los individuos, agrega. Lo más importante, los líderes de hoy deben unir al equipo con un propósito común.
Bolding dice: “Un equipo diverso siempre vence a un equipo homogéneo si todos sienten que pertenecen y tienen un objetivo compartido”.
¿Quién será el líder del mañana?
Boulding argumenta que la inteligencia ya no es suficiente. Él dice que para formar equipos, los líderes necesitan inteligencia emocional o EQ y lo que él llama DQ: cociente de decencia, lo que significa que deben ser amables.
“El líder del futuro necesita una combinación increíble de IQ, EQ y DQ”, dice Boulding, quien también es presidente del Graduate Management Admission Council (GMAC).
Históricamente, como explica Boulding, las escuelas de negocios han identificado fácilmente a los estudiantes de MBA con gran inteligencia, pero no siempre han hecho un buen trabajo para encontrar a aquellos con un alto EQ y DQ, admite.
“Les digo a los solicitantes: ‘A la edad en que llegan a Duke para la escuela de posgrado, no podemos enseñarles a preocuparse”, dice Boulding. “Debemos detectar estos rasgos durante las admisiones. Trabajamos duro para conseguir que las personas adecuadas participen en el juego”.
¿Dónde está la responsabilidad de las escuelas de negocios?
En Fuqua, los estudiantes reciben experiencias repetidas trabajando con personas de diferentes características demográficas, antecedentes, orígenes e industrias.
“Nos tomamos muy en serio la idea de que es necesario poner a las personas en entornos de equipo”, dice Boulding. “Aprenden a relacionarse entre sí y avanzan hacia un objetivo común”.
La incertidumbre complica las cosas
Con una división palpable y obvia en los EE. UU. y en todo el mundo, Boulding dice que los líderes de hoy también deben comprender lo que está sucediendo en las noticias.
Él dice: «El mundo de los negocios y la política ya no están separados, debes entender lo que está sucediendo en la política».
Citando los tiroteos en las escuelas, las protestas de Charlottesville y otros acontecimientos, Boulding dice que el público espera que los líderes tomen una posición sobre estos temas. Las redes sociales y el ciclo de noticias de 24 horas hacen que sea imposible esconderse de los titulares. No tomar una posición, advierte, significa que estás tomando una posición en muchos casos.
En el curso de estrategia de la escuela sobre negocios y política, los estudiantes están capacitados para pensar sobre estos asuntos y formular respuestas. Deben sopesar los intereses de los diferentes grupos de interés, sus valores personales y los de la empresa.
“Muchos directores ejecutivos han tomado decisiones que los metieron en problemas”, dice Boulding. “No les decimos qué posición tomar, pero los ayudamos a aprender a tomar decisiones sobre su posición para superar las divisiones y mantener al equipo encaminado”.
Encontrando tu brújula moral
Los líderes de hoy también enfrentan dilemas éticos relacionados con la sociedad en general. A medida que salió a la luz el movimiento #MeToo, las organizaciones comenzaron a reconsiderar sus culturas y cómo hacen negocios. Además de querer garantizar la seguridad de los empleados y de cualquier persona que ingrese a la oficina, los líderes tuvieron que repensar la equidad de género en las promociones, el pago y la representación. Pero Fuqua había estado pensando en estos temas desde 2014.
Abrazando la diversidad
En ese momento, Boulding se había unido a otros decanos de escuelas de negocios para adoptar prácticas formales para desarrollar líderes que apoyarían a las familias trabajadoras. La idea surgió como resultado de una reunión y más de un año de trabajo con el Consejo de Mujeres y Niñas de la Casa Blanca y el Consejo de Asesores Económicos bajo la administración del entonces presidente Barack Obama. El grupo esperaba ayudar a transformar la fuerza laboral en Estados Unidos.
Uno de los aspectos de este Movimiento de Mujeres revigorizado que Boulding quiere enfatizar es evitar que las mujeres tengan la responsabilidad de hacer cambios. Este es solo uno de los temas tratados en el curso de Fuqua sobre género y liderazgo.
“Los temas de género se relacionan con todos los géneros”, dice. Los hombres también deben ser parte de la solución.
Navegando las aguas turbulentas de la tecnología avanzada
La velocidad a la que la tecnología está despegando es un desafío logístico, financiero y físico para las organizaciones, pero también plantea dilemas morales.
Por ejemplo, Fuqua tiene un curso de blockchain, como resultado de querer explorar la innovación y seguir siendo relevante, pero a lo largo del curso, los estudiantes pueden ver que el papel de la tecnología ha ido cambiando. Piensan en lo que significa tener un mundo con grandes datos e inteligencia artificial.
El trabajo de la escuela de negocios es preparar a los estudiantes de MBA para el futuro, dice Boulding.
“A medida que el mundo cambia, las empresas requieren innovación”, agrega. “¿Qué se necesita para impulsar la innovación? Los líderes de Silicon Valley dicen que el factor limitante no es la tecnología. Dicen que el factor limitante para la innovación es la capacidad humana y el liderazgo”.
Como resultado, Boulding está seguro de que los humanos están aquí para quedarse y dice que las contingencias en la vida significan que las empresas necesitarán juicio. Ciertamente, el buen juicio es una necesidad para los grandes líderes.
Boulding recurre al consejo de la famosa leyenda del baloncesto de Duke, Mike Krzyzewski, conocido como Entrenador K, quien le dijo que no tenía «reglas», sino «estándares» para sus jugadores.
En última instancia, el liderazgo no pasa de moda, ni podría volverse obsoleto.
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